Queridos Lectores:
No seré izquierdista ni mucho menos, hasta hace unos días,
no había candidato que despreciara más que el buen AMLO, pero tras los eventos
de semanas pasadas existe una terrible contienda por el título de peor
candidato, al menos en mi fuero interno.
Deseo expresar la total repugnancia que siento por el
sistema político mexicano así como por sus largos y asquerosos tentáculos
llamados medios de comunicación masivos; los cuales de manera no tan
subrepticia pero si muy vejante insultan con total impunidad a la audiencia, ya
sea por medio escrito, radio o televisión por igual. Con acusaciones tan
infantiles como “todo aquel que critica es ignorante” o con comentarios del
calibre de “leer no es relevante para gobernar”
¿Cómo demonios esperan que el vulgo y más aún los estratos
un poco superiores de la sociedad mexicana no reaccionen de manera alarmada,
insultada y ofendida. Entiendo que es altamente probable que la mayoría de las
críticas realizadas al pre-candidato priista hayan sido lanzadas por personas
que no devoran veinte libros al año, ni acaso los tres que es el promedio, pero
es nuestro derecho pedir y esperar ÚNICAMENTE LO MEJOR de aquellos que nos van
a representar y es precisamente por la condición de representante popular que
debe llevar todo aquello que nos falla a mejores niveles, si nosotros no
leemos, que aquellos que nos representan no porten con orgullo la camisa de
ignorantes, mas bien que búsquen aguerridamente cambiar esa situación, tanto en
ellos mismos, como en todos nosotros.
De igual manera si la “prole” que critica no lee es por tres
motivos gigantes.
1.
No tiene la iniciativa de la lectura debido a un
sistema educativo esquematizado para diseñado y orquestado con el único
propósito de que la educacion: NO sea de calidad, NO sea integral, NO tenga
miras a mejorar y que todo el sistema sea corrupto y a su vez se convierta en
una gigantesca caja chica.
2.
No tiene dinero para comprar los libros, el
salario minimo esta muuy por debajo del costo real de la “canasta básica” y a
pesar de la bendita y bienaventurada existencia del fondo de cultura económica,
tan solicitada por estudiantes, maestros y gustosos de la lectura, los precios
de la vida y consecuentemente de los libros sigue siendo un lujo para aquellos
que los idiotas elitistas llamaron ignorantes.
3.
Debido al punto anterior, es necesario trabajar
más tiempo y en más lugares para llevar el sustento a casa y así poder
sobrevivir al sistema mexicano, que no deja tiempo ni siquiera de pasar en
familia, mucho menos de disfrutar de un libro sin importar su tamaño o
complejidad.
Consecuentemente antes de disparar contra el pueblo (como el
gobierno mexicano siempre ha sabido hacer), es necesario detenerse a
reflexionar sobre las implicaciones reales de la situación del México actual.
Por lo que pido de la manera mas atenta a los
“profesionales” de la comunicación así como a los “profesionales” de la
política tomarse mas en serio su trabajo y dejar de insultar tanto a nuestra
persona directametne con comentarios lascivos y fuera de lugar; como con la
ausencia de cultura y falta total de la representación de lo mejor que debemos
aspirar a ser.