Queridos Lectores:
Quisiera hoy reflexionar en este post sobre la Tolerancia.
Ese concepto tan “importante” como desconocido y fugaz que
permea siempre todo discurso político y social, que busca siempre ofrecer una
cara de unidad y compromiso con las causas con las cuales no comulgamos.
Yo siempre he tratado de vivir mi vida bajo dos sencillas
premisas:
La frase que alguna vez Gandhi comentó “vive y deja
vivir”
Y la famosa frase de Confucio “si tu problema tiene
solución, ¿para qué te preocupas? Y si no tiene solución ¿para qué te
preocupas?”
Mediante estas dos frases he podido desenvolverme en la
sociedad sin problemas, ambas dictan tan sencillas reglas de convivencia que
parecieran tontas pero que en verdad son prácticamente imposibles de seguir.
La primera indica una tolerancia a la vida y a las ideas
ajenas, ahora éste es un concepto bastante elusivo y muy especial. La
tolerancia no significa aceptar ciegamente, tampoco dejar de lado las creencias
personales para seguir ciegamente las de alguien más; no, en efecto puede ser
todo lo contrario, puede ser el defender férreamente tus ideales, pero he aquí
la parte complicada: “Entendiendo que las personas piensan diferente y
respetando sus ideas”, la palabra de respeto es la más complicada, debido a que
no debemos burlarnos de dichas ideas por diferentes o tontas que parezcan, en
diversos momentos de la historia las ideas más ridículas o tontas han sido
aquellas que llevan a la humanidad hacia grandes saltos tanto social como
tecnológicamente.
Y precisamente por personas tolerantes que respetaron estas
ideas, que no se burlaron de ellas, que no quisieron imponer sus ideas por
sobre las ajenas, y que eventualmente fue la veracidad o fuerza de la idea
tolerada, la cual logró que se fuera aceptando y propagando, pero nada de esto
hubiera sido posible sin la tolerancia.
La otra frase, me indica personalmente un nivel de
pragmatismo al cual siempre he aspirado. Entender la vida de tal manera que
saber que no es necesario vivir preocupado sino ocupado es realmente
importante, porque por lo bajo pasamos el 50% de nuestro tiempo pensando en que
tenemos problemas y desgastándonos no solo mental, sino físicamente por igual,
porque la mente siempre tendrá potestad sobre el cuerpo y si la mente está
constantemente desgastándose por preocupaciones, las propagará al cuerpo
inevitablemente y éste también se desgastará, por lo que la enseñanza de
Confucio en estos tiempos, donde el stress se ha vuelto una enfermedad
reconocida y causa de muerte por sus complicaciones, es de vital importancia
para nuestras vidas.
Para concluir, los dejo con estas dos frases, si pueden
reflexionarlas, adelante, si no, mínimo tolérenlas y traten de no burlarse de
ellas.
Gracias.